En la anterior parte repasé sobre como Atari se encontraba buscando un digno sucesor para su exitosa Atari 2600 y se encontraron con que la respuesta la tuvieron enfrente todo el tiempo y no es por nada, ya que si miramos las especificaciones de la Atari 5200 podemos darnos cuenta de que es un inmenso paso en comparación con su predecesora, ya que tiene mayor memoria, un mejor procesador, un excelente chipset de audio y un poderoso chip gráfico, pero la cosa no termina ahí ya que en Atari se dieron cuenta de que un equipo como debía llamar la atención de todo el mundo, así que la carcasa es enorme, de hecho sobra tanto espacio en ella que podemos almacenar cartuchos, dos controles y el convertidor RF en su interior. Esta obsesión por demostrar la grandeza de la Atari 5200 a través de su tamaño también se aplicó a los cartuchos que eran casi del doble del tamaño de los de la Atari 2600 para así demostrar que los títulos lanzados eran mucho mejores.
La Atari 5200 fue la primera en lucir en público el diseño en color negro con una franja plateada que fue introducido por el fallido prototipo Atari 2700, que resultó siendo tan atractivo que hasta la Atari 2600 lo terminó adoptando al igual que la futura Atari 7800. Pero la Atari no solo era un hardware potente con una cara bonita sino que también incluía unos controles muy revolucionarios con sensibilidad de presión, 360 grados de movilidad direccional, un teclado numérico compuesto por 12 teclas, 2 botones de acción y por primera vez en la historia incluían botones de pausa. Tales controles le permitían a los desarrolladores de videojuegos poder añadir mecánicas de jugabilidad nunca antes vistas, pero como nada es perfecto los cables de dichos controles eran demasiado cortos y eso significaba que había que estar pegado de la consola para poder jugar sin problemas.
Las primeras versiones de las Atari 5200 en producirse tenían muchas innovaciones que lamentablemente fueron descartadas en poco tiempo, una de ellas era la capacidad de poder conectar cuatro controles para jugar partidas multijugador y un interesante switch de conexión que prometía acabar con la incomodidad de tener que usar un cable para alimentarse con electricidad y otro cable para mandar la señal al televisor además de implementar una pantalla en blanco para no tener que soportar el molesto ruido de la estática del televisor cuando tengamos que cambiar de cartucho.
Para completar el combo ganador, la Atari 5200 venía con una versión mejorada del exitoso Super Breakout, lo que significaba que los días de la competencia estaban acabados ya que no solo era un excelente hardware que revolucionaba todos los aspectos que poseen las consolas de videojuegos sino que también venía con uno de los títulos más exitosos de la Atari 2600 para demostrar su potencia.
En la próxima parte veremos que no todo en la Atari 5200 era perfecto a pesar de que que reunía todo lo que necesitaba para triunfar.¡Nos leemos pronto!
La verdad es curioso como la idea publicitaria en la estética de las consolas se mantuvo hasta la década de lo 90. En ella imperaban varias ideas fuerza, pero una de las principales era decir que las consolas no eran realmente un juguete, por ello intentaban que fueran más grandes. No pensé que ya por esta época se diera, pero si pensamos a futuro le pasara lo mismo a la NES, la SNES y la TurboGrafx-16.
ResponderEliminarBueno, a mediados de los años ochenta ningún distribuidor quería arriesgarse a vender consolas de videojuegos por el desastre que ocurrió en 1983 y es por ello que varias empresas como Nintendo o Sega se esforzaron a disfrazarlas como juguetes, aunque algún tiempo después ya no era necesario recurrir a esas estrategias, pero ya la idea de que eran juguetes habían calado muy hondo entre el público e incluso algunas personas todavía mantienen esa forma de pensar en la actualidad.
EliminarInteresante. :D
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